Durante un experimento casero alrededor del color, una vela bífida y el ocaso de dos soles gemelos de Aldo Urbano comparten una atmósfera que oscila entre lo solemne y la parodia, la psicodelia y la ironía. En este ambiente elocuente, el dibujo y la escritura asumen la función vertebradora de un relato en el que los elementos se debaten entre existir ensimismados en una experiencia telúrica o mantenerse alienados en la caricatura.
Aldo Urbano (Barcelona, 1991). Utiliza la pintura para investigar los huecos que el mecanismo de la percepción puede contener en busca de experiencias renovadoras. En esta búsqueda, elabora narrativas alrededor de las imágenes en las que el dramatismo y la épica exagerada conllevan que, muy a su pesar, estas sean leídas en clave irónica.