Fuerza, sentimiento, ascenso, conflicto, anhelo, realismo mágico, inquietud... Emociones que condensa para luego amplificar la espléndida exposición que estos días nos propone Lidó Rico en el Palacio del Almudí y que ofrece, para satisfacción de cuantos amamos el arte, una destacada parte de su gran producción artística y emocional.
Lidó Rico reta al espectador ante todas y cada una de sus obras, esas pinceladas de tiempo congelado, aunque solo en apariencia, que se condensa en formas que igual emanan angustia que esperanza, ahogo y respiro, trascendencia en objetos que fueron cotidianos para devenir en piezas admiradas.
El universo de Lidó Rico encierra el complejo retablo del ser humano que lucha por la superación ¿ascensión, según algunos reputados críticos- tras descender a lo más profundo de su alma y, desde lo insondable, tomar impulso para mostrarse ante el espectador.
La exposición será, sin duda, del agrado de los murcianos y de cuantos nos visiten estos días por la singularidad de las piezas que la conforman y su cuidada instalación, la carga emotiva que atesoran y que Lidó Rico ha sabido plasmar con maestría, sentimiento y técnica.
Miguel Ángel Cámara Botía Alcalde de Murcia
EXPOSICIÓN
Dirección: Manuel Fernández-Delgado Cerdá
Comisario: Carlos Delgado Mayordomo
Dirección montaje: José Luis Montero.
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