El objeto de esta exposición, la carpeta de grabados titulada suite Diurnes, es fruto de la colaboración entre Pablo Picasso (1881-1973) y el fotógrafo André Villers (1930). La exposición muestra las litografías que ilustran los textos del poeta Jacques Prévert (1900 - 1977), y en ellas se combinan las técnicas fotográficas con la superposición y aplicación de découpage (recortes de papel) para la creación de unos grabados que recrean todo el imaginario de la mitología picassiana.
El resultado es un conjunto de imágenes irreales captadas por la mirada entusiasta del joven André Villers y transformadas por la mano inquieta de un experimentado Pablo Picasso.
La exposición consta de un total de 30 grabados. La realización de la carpeta Diurnes corrió a cargo del editor alemán Berggruen y se produjo en París con una tirada de mil ejemplares, en el año 1962.