El paisaje fuente inagotable de inspiración para las artes es compendio de vida, sea mediante su forma primigenia o bien mediante aquella surgida por las transformaciones habidas en el territorio desde la antigüedad con el desarrollo de las civilizaciones.

La diversidad de elementos, la suma de historia y naturaleza, dan lugar a la necesidad de una interpretación, de una percepción íntima con la que el artista pretende formar parte de ese universo compartido.

Miriam Varón participa de esta lectura inacabable, auspiciada en su trabajo por una técnica depurada, donde color y dibujo se funden para crear una mirada onírica y sintética, de trazo contemporáneo gracias a la fuerza de la paleta y a la sutil pero contrastada superposición tonal que va creando una atmósfera etérea, densa y personal sobre espacios tan icónicos como la Alhambra que depurada ofrece sus volúmenes al espectador en una suerte de semiabstracción poderosa y expresiva.