Pepe Morales (Palma del Río, Córdoba, 1933) en su larga y diversificada formación artística ha reunido tal riqueza de matices y tan heterogénea capacidad de expresión que no puede ahora más que ofrecer un presente consolidado en la experimentación de géneros y en la acumulación de vivencias pictóricas. Y por eso nada tiene de extraño que de su arte se haya escrito que “A principios del siglo XXI, Pepe Morales sigue enriqueciendo su obra con nuevos materiales y depurando su técnica”.
Cada una de sus exposiciones es un caballete sobre el que se amontonan nuevas obras que al repasarlas inundan de aire fresco, de color y de emoción tanto la mirada como el acto del contemplar. El espectador, tras su primer pestañeo, queda subyugado por cuanto el cuadro le muestra, le sugiere o le propone aprovechando una simbología o una inventiva que se asienta en recursos tan variados como el contraste, el movimiento, la mezcla de volúmenes y texturas o el simplismo.
Texto: Antonio Moreno Ayora, Catedrático y Académico