La relación entre diseño y arte es especialmente estrecha y, en ocasiones, establecer las diferencias no resulta en absoluto sencillo. El diseño, bien sea diseño gráfico, diseño industrial, diseño de moda, etc. es, en no pocas ocasiones, una expresión artística. El proceso creativo guarda muchas semejanzas. Cada objeto -bien sea una pintura, una escultura o un vestido, por ejemplo- fue antes una idea, un bosquejo en la mente de un creador. La metodología puede ser asombrosamente similar. Dibujo y escritura son el común denominador en ambas.

Hay semejanzas, sí, pero también diferencias. Diseño y arte no son lo mismo. Es evidente que las disimilitudes más obvias radican en que el objeto de diseño tiene un fin funcional, mientras que el arte rara vez es útil. El cliente comprará ese vestido para ponérselo, utilizará ese logo para promocionar su empresa o decorará su casa con muebles útiles y funcionales. El artista crea, y el simple hecho de crear ya es el fin en sí mismo. Además, la obra de arte tiene múltiples significados y, muchas veces, el propósito del artista no tiene porqué llegar como un mensaje claro y directo al espectador. El componente emocional en el arte es parte de su esencia misma. El diseño, por el contrario, sí debe tener unos códigos que emisor y receptor compartan. El diseñador está obligado a resolver problemas, el artista no.

Cuando parece que hemos establecido claramente lo que une y separa arte y diseño nos encontramos con el diseño artístico. Aquí las fronteras se vuelven más difusas. El juego de las emociones entra en escena sin obviar que el arte es una cosa y lo artístico otra.

En esta exposición el espectador descubrirá una escenografía donde diseño y arte van a potenciar sus equivalencias, y no sus discrepancias. Tanto es así, que en ocasiones se funden en una misma pieza ambos conceptos. Nuestro diseñador invitado es el modisto Higinio Mateu que celebra su décimo aniversario como nombre propio dentro del diseño de moda. Sus diseños de alta costura son piezas únicas que evocan las más diversas fuentes de inspiración. Castellón rinde así homenaje a toda la labor creativa del diseñador valenciano que ha elegido esta provincia como espacio inspirador desde donde dar forma a su universo.

La ecuación se completa con diez artistas contemporáneos de la provincia de Castellón, cinco mujeres y cinco hombres, escogidos tanto por su talento contrastado como por su capacidad de adaptación al reto que les hemos propuesto. Los artistas han creado sus obras inspirándose en texturas, formas, volúmenes y colores empleados por el diseñador en diez de sus creaciones. No se trata tanto de mimetizar como de interpretar.

Plumas y transparencias donde la tela se acopla a las formas femeninas serán el punto de partida para el pintor de Burriana Vicente Traver Calzada. Higinio Mateu realizó para la colección otoño invierno 2010/2011 una serie de prendas inspiradas en los muebles de la prestigiosa firma Alexandra. Piezas artesanales con detalles barrocos, beiges y grises, tapicería con efecto piel que ahora ha transformado Manolo Sales en cerámica contemporánea. Un árbol de ramas doradas y hojas rosas que se enroscan en una mujer enigmática que posa para la fotógrafa Ulalalau. Más transparencias, lilas, verde y blanco son la paleta que ahora debe redefinir el lucido pintor de La Pobla Tornesa Amat Bellés. Higinio Mateu ha vestido a muchas novias, pero ninguna tan carismática como la que plantea Isabel del Portillo. Esta ceramista ha querido buscar puntos de conexión entre ambas piezas, -como pueden ser las flores-, logrando mantener el sello de identidad personal de cada creador.

La elegancia en blanco y negro entra en diálogo con las posturas más contemporáneas y arriesgadas de Juan Poré (Burriana) y su corazón latente. Negro también era el desafío de Pere Ribera, artista de la Vall d’Uixó, que ha hecho de los volúmenes su mejor aliado. Agustina Ortega (Castellón) apuesta por plantear abiertamente el concepto de homosexualidad a partir de la única pieza de hombre que hay en la sala. Higinio Mateu ha realizado expresamente para esta muestra la pieza asignada al artista de Vila-real Marcelo Díaz como un intento de redefinir una aparición mariana. Por último, la más joven del grupo, la castellonense Alejandra de la Torre, evoca la habitación infantil de la dueña del vestido de niña del diseñador. Una instalación donde todos podemos empezar a soñar.

Valoramos con sobradas razones el diseño artístico. ¿Hacemos lo mismo con el arte contemporáneo?

Patricia Mir Soria

Comisaria de la exposición ‘Higinio Mateu. Del diseño al arte’