El 6 de septiembre de 2017, la isla de San Martín sufrió el peor fenómeno natural que ha conocido el Caribe. Irma, huracán de categoría 5 y de una fuerza excepcional, golpeó la isla con ráfagas de viento registradas de 360km/h, dejando tras de sí un territorio destruido en un 95% y una población devastada.

San Martín, pequeña isla binacional del noroeste de las Antillas, está bañada por el océano Atlántico y el mar Caribe. Con una superficie de 87 km, es compartida desde 1648 por Francia y Países Bajos, a través de una frontera simbólica. En el Norte, Saint-Martin, parte francesa, de una superficie de 53 km, es una colectividad de ultramar y una Región Ultraperiférica (RUP). En el Sur de la isla, Sint-Maarten, parte de Países Bajos, es un País y Territorio de Ultramar (PTU).

Su población multiétnica y multilingüe tiene alrededor de 35.000 habitantes (parte francesa). No obstante, tras el devastador paso del ciclón Irma, casi 7.000 personas tuvieron que abandonar la isla y solo 3.000 habrían regresado hasta la fecha…

Las imágenes de los fotógrafos de San Martín que aquí se exponen capturan la violencia de este fenómeno inédito, pero también revelan el coraje de la población de San Martín y la resiliencia de una isla que hoy renace de sus cenizas.

Esta exposición recuerda efectivamente la gran vulnerabilidad de las RUP frente a los nefastos efectos del cambio climático, al estar particularmente expuestas a las catástrofes naturales extremas que se han vuelto recurrentes. Estos fenómenos tienen importantes repercusiones en los recursos y en el desarrollo socioeconómico de los territorios. Sobre la base de sus experiencias en materia de gestión prevención de riesgos y en vista de las características climáticas y geográficas de estas, las RUP tienen intención de participar activamente, con el apoyo de la UE, en la lucha contra el cambio climático.