Victoria Maldonado es una joven artista malagueña, que ya tuvo ocasión de participar en el Programa Iniciarte dentro de la muestra colectiva “Causa o pretexto”, donde nos hablaba de la fosilización del tiempo dejando huellas a través del arte.
En esta ocasión, nos ofrece una muestra individual donde su modus operandi diario, su tránsito por un perímetro físico rutinario, le atormenta. No poder dejar vestigio de su existencia sino es por el arte, le genera cierta frustración.
No hay recorridos iguales, de la misma manera que no hay tiempos iguales para esos recorridos, aunque tengamos la ilusa sensación de que es así. No hay un tiempo cronométrico que se traslade en términos de vestigio a las masas que caen y se “amoldan” de golpe, o a los recortes, sus positivos y negativos, que quedan como registro de un itinerario vital siempre diferido y siempre diferente. Las marcas y las formas resultantes del impacto no son marcas de un tiempo o un espacio determinados, de algo que sucedió en un momento dado y concreto. Son marcas de adaptación a un estado evolente de la materia, las masas, y de la energía durante que ésta(s) genera(n). No hay un tiempo cíclico sugerente, como tampoco hay un número periódico puro de fragmentos que nos aproximen a un escalar discreto (ahí hay uno). El trabajo de Victoria, nos habla de cantidades y de cómo éstas se traman y distribuyen en el tiempo espacio: series de trayectos y series de impactos, series de madrigueras, series de nidos y series de cráteres, series de desenvolvimientos y sus series correspondientes y correlativas de envolvimientos, es decir, de despliegues, pliegues y repliegues, de velos, desvelos y desvelamientos.