El trabajo de Herriman nace en paralelo al desarrollo del cómic como un nuevo lenguaje artístico, surgido en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Este nuevo medio trajo consigo una serie de hallazgos visuales basados en la repetición de esquemas y patrones que ya en esta primera etapa tuvieron importantes logros narrativos.
Su creación más popular fue la tira Krazy Kat (1913-1944), considerada por la revista The Comics Journal como el mejor cómic del siglo pasado. La serie narra un triángulo amoroso que se repite incansablemente durante los más de treinta años que duró su publicación a través de un núcleo básico argumental: Ignatz, el ratón, arroja un ladrillo a la cabeza del gato Krazy, interpretando este la agresión como una declaración de amor, mientras el perro Offisa Pupp trata de evitar los ataques y encarcelar al ratón a modo de castigo.