En el año 1987 el Ayuntamiento de Córdoba, por iniciativa del escritor y profesor francés Roger Garaudy,cedió administrativamente la Torre de la Calahorra a la Fundación de su mismo nombre para constituir el Museo Vivo de al-Andalus.
Con el objetivo de difundir el esplendor de Córdoba y al-Andalus entre los siglos IX y XII, la Calahorra es hoy un espacio museístico de tres plantas que permite, a través de salas tematizadas, modernos dispositivos y autonomía de desplazamiento, una posibilidad sensorial de adentrarse en los principales momentos, hitos y logros que fecundaron una singular simbiosis cultural que alumbró Occidente.