La que fuera casa del controvertido poeta astorgano Leopoldo Panero, ocupa un discreto y apacible rincón de la calle que lleva su nombre, y que desemboca directamente frente a la Catedral.
Es una bella casona del siglo XIX con corredor acristalado, y rodeada de jardín, que ha sufrido una decada de rehabilitacion a cargo del arquitecto Juan Múgica.
La intención del Ayuntamiento es albergar en ella la sede documental de los fondos de la llamada Escuela literaria de Astorga, además de convertirla en casa-museo de la familia Panero, cuya desgarrada historia ha sido llevada a la literatura y al cine.